Sombras en el reflejo 04 by SayokoItomi, literature
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Sombras en el reflejo 04
Durante los días que estuvo Temari en Konoha, Sayoko intentó encontrarse con Shikamaru lo menos posible, porque sabía que estarían juntos. No es que no quisiese ver a su amigo —por supuesto que quería—, pero sabía que se iba a sentir incómoda y no quería pasarlo mal ella ni aguar la fiesta a los demás.
Raito, por su lado, como siempre había sido protector con Sayoko, intentaba hacerla reír para que no pensase en cosas pesimistas. Incluso había dejado de coquetear tanto con Temari, porque cada vez que lo hacía Shikamaru se ponía tenso, y eso a su vez i
Sombras en el reflejo 03 by SayokoItomi, literature
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Sombras en el reflejo 03
Ese día llegaba Temari a Konoha. Estaba previsto que llegaría bien pronto por la mañana, así que Shikamaru, a pesar de que no estuviese obligado, madrugó para recibir a Temari en las puertas de Konoha.
Cuando Temari llegó, se sorprendió de ver allí a Shikamaru, pero se alegró. Juntos fueron a la Mansión Hokage.
Un rato más tarde Kenta, Raito y Sayoko fueron juntos a comer a Ichiraku. Allí estaba el equipo Gai, y se sentaron con ellos.
—Qué suerte has tenido, ¿eh? —le susurró Raito a Kenta mientras a este se le ponían rojas las ore
Sombras en el reflejo 02 by SayokoItomi, literature
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Sombras en el reflejo 02
—Bueno, ¿y qué que venga Temari? Eso no tiene por qué significar nada. —contestó Raito a su amiga mientras caminaban por Konoha.
—Ya, bueno, pero ya sabes que pienso que Shikamaru le atrae…
—Bah, eso son tonterías. Si Shikamaru no se ha fijado en ti es que es tonto, no pierdas el tiempo con él. Además, en cuanto venga Temari no podrá resistirse a mis encantos, se olvidará de Shikamaru. —le aseguró, con una sonrisa en la cara. Sayoko rio, aunque sabía (y posiblemente Raito también) que Temari pasaría de él.
—Grac
Sombras en el reflejo 01 by SayokoItomi, literature
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Sombras en el reflejo 01
La chica salió corriendo hacia su enemigo, dispuesta a darle un fuerte puñetazo. El ninja paró su puño y con la otra mano clavó un kunai en el torso de la kunoichi, pero en cuanto la punta del arma rozó su cuerpo, la chica hizo “¡plof!” y desapareció en una nube de humo.
Sayoko apareció entonces por detrás y le golpeó con un jutsu propio en el pecho. Había creado una bola de agua en su mano que giraba a una gran velocidad, y por lo tanto además del impacto quemaba. El ninja salió volando hacia atrás.
—Ese era el último, ¿verd
Era un día caluroso de verano. Los tres ninjas estaban tirados en un prado, bajo la sombra de un gran árbol para que la fuerte luz del sol no les hiriese los ojos.
—Hace mucho tiempo que Tsunade no nos da una misión. En parte me alegra, pero me aburro sin tener nada que hacer. —dijo el del pelo castaño, llamado Kenta.
—Puede que yo le pida permiso para ir al País de la Arena. Hace mucho tiempo que no veo a mi padre. —dijo la chica, Sayoko, que estaba entre ambos.
—Oh, pues si tú vas, ¡yo voy! Ir sola es muy peligroso, y además hace mucho tiempo que no veo a